No me preguntes porque, pero todas aquellas palabras, caricias, abrazos, besos, se han ido quedando en el olvido. Muchas veces lo dudo, pero mi mente me grita: sal corriendo y creo que es así.
Por eso rompo porque sabia que tarde o temprano acabaría pasando. Aunque me gusta poner puntos suspensivos a las cosas y no finales.
Ahora tu pareces haberte esfumado, y te comprendo. Porque te mereces a alguien que te haga feliz de verdad, cosa que yo no he echo, que siga tus pasos y al que no se le pase por la cabeza mirar
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